Nos pasamos el día hablando de “competencias”, “herramientas”, “transformación digital”, “alfabetización”… pero ¿qué significa de verdad ser competente en lo digital hoy? ¿Es solo saber usar una App o tener un perfil en LinkedIn? DigComp viene a poner un poquito de orden en ese lío.
DigComp es el Marco Europeo de Competencias Digitales desarrollado por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea. Su objetivo no es burocrático, busca ayudarnos a entender qué capacidades necesitamos para movernos con confianza, sentido crítico y responsabilidad en una sociedad en la que lo digital está por todas partes. (Centro Común de Investigación)
¿De qué estamos hablando cuando decimos “competencias digitales”?
DigComp no habla de una sola cosa, y ahí está precisamente su valor. Define la competencia digital como la capacidad de usar tecnologías digitales de forma segura, crítica y responsable en casi todos los aspectos de la vida: aprender, trabajar, participar socialmente.
Y esto puede sonar muy técnico, pero en realidad es muy cotidiano. Hablamos, por ejemplo, de:
- saber buscar y evaluar información (no creerse todo lo que vemos en redes),
- comunicarnos y colaborar con herramientas digitales sin perder de vista la ética,
- crear contenidos, proteger nuestra privacidad y bienestar digital,
- resolver problemas cuando “algo no funciona” sin entrar en pánico.
Estas cinco grandes áreas y sus más de veinte competencias desglosadas en DigComp son una suerte de “mapa de navegación digital», nos dicen qué podemos aprender, para qué y cómo podemos reconocer que hemos avanzado.
¿Por qué debería importarnos a nosotras (más allá de educación y empleo)?
La mayoría de debates sobre competencias digitales se centran en educación formal o mercado laboral. Y sí, allí tiene sentido. Pero en La Rueca creemos que DigComp también nos habla directamente como ciudadanas, profesionales y organizaciones sociales, porque hoy la tecnología es parte de cómo vivimos, cómo trabajamos, cómo nos organizamos y cómo defendemos derechos.
En el tercer sector trabajamos a diario con personas y comunidades que no parten del mismo punto de partida digital. La brecha digital no es solo técnica, es social. Afecta a quién tiene acceso a servicios, quién puede aprender, quién puede expresarse y quién puede participar en decisiones que le afectan.
DigComp nos ofrece un lenguaje común para:
- reconocer qué habilidades nos faltan,
- diseñar procesos formativos más relevantes,
- hablar con instituciones y financiadoras desde una base compartida,
- y, en definitiva, poner en el centro a las personas, no las herramientas.
¿Y ahora qué?
El marco evolucionó desde sus primeras versiones y ahora sigue incorporando referencias a tecnologías emergentes como la IA, la seguridad, la desinformación o el bienestar digital, porque no podemos hablar de competencias sin hablar de estos retos reales de nuestra vida diaria. Plataforma enerTI.org
DigComp es, en realidad, una invitación. No es una receta cerrada ni un checklist para aprobar un examen, sino una herramienta viva que nos permite pensar, planificar y reflexionar sobre qué significa ser digitalmente competente en el siglo XXI. Nos da un marco común, compartido a nivel europeo, que nos ayuda a traducir lo abstracto en algo concreto y accionable, tanto a nivel individual como organizacional.
Y ahí es donde cobra todo su sentido para nosotras. En nuestras entidades, trabajamos con personas en situaciones muy diversas, jóvenes que buscan su primer empleo, niñas y niños que se inician en lo digital, personas adultas en procesos de orientación, familias que necesitan comprender los entornos tecnológicos de sus hijas e hijos. DigComp nos permite abordar estas realidades con una base sólida, estructurada y flexible a la vez, que guía la planificación de talleres, actividades formativas y procesos de acompañamiento.
No se trata solo de enseñar a usar herramientas digitales, sino de fomentar una ciudadanía digital crítica, segura, creativa y con autonomía. DigComp es, así, una brújula para que el trabajo educativo que hacemos desde el tercer sector tenga más impacto y responda mejor a los retos reales de la vida digital de hoy.
Puedes descargarlo (en inglés) desde aquí
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