Inteligencia artificial al servicio de la infancia. Kanjo Emotion

Trabajar las emociones en el aula es esencial para el bienestar y el desarrollo emocional de los niños y niñas. Esto incluye la enseñanza de habilidades para reconocer y expresar sus emociones, así como también aprender a manejar las emociones de manera efectiva. KANJO Emotion es un software que te da la posibilidad de prevenir y detectar situaciones https://www.kanjoemotion.com/

Descripción

Midiendo patrones en alteraciones de sentimientos para prevenir situeciones de riesgo. El Proyecto Kanjo ha desarrollado un software específico con el que poder evaluar los cambios en las emociones de los más pequeños y controlar las posibles alteraciones que pudieran derivar en situaciones de riesgo. Trabajamos con dispositivos táctiles, con tablets, y podemos visualizar las emociones. Los niños y niñas van tecleando sus emociones cada día y a lo largo del tiempo forman un patrón emocional. Cuando el programa desde Kanjo ve variaciones, las coteja para ver si son síntoma de un problema. En este proyecto se une la teconología de la inteligencia artificial capaz de analizar millones de datos y la experiencia de un amplio equipo de psicólogos. Es una inteligencia artificial la que hace todo ese análisis por detrás. Y la idea es reducir al máximo el tiempo de detección de un problema para poder intervenirlo por parte de los profesioinales que hay detrás.

Personas Destinatarias

Grupo de niños y niñas de 5º y 6º de Primaria que asisten al Programa Socioeducativo

¿Qué problema o necesidad resuelve?

Alteraciones de conducta, tristeza, apatía, manifestaciones de rabia e impotencia por parte de los niños y las niñas ante situaciones cotidianas.

¿Cómo lo resuelve?

Recogiendo las emociones 2 veces cada día, el programa analiza cambios importantes respecto a las emociones registradas y avisa cuando se plantea alguna señal importante.

¿Qué impacto ha tenido?

Gracias a Kanjo se reduce un 70% el tiempo de detección. Se detectan más del doble de problemáticas y se generan entornos más seguros detectando precozmente situaciones de sufrimiento infantil.

Cuando los niños y niñas aprenden a reconocer y expresar sus emociones, están mejor equipados para manejar situaciones difíciles y construir relaciones saludables. También son más propensos a tener una autoestima saludable y una mayor resiliencia.

Además, cuando los niños y niñas aprenden a manejar sus emociones de manera efectiva, son menos propensos a tener problemas de conducta en el aula. Esto no solo mejora el ambiente de aprendizaje para ellos y ellas, sino también para sus compañeros/as y el educador/a.

Esta práctica ha sido una práctica ganadora del premio buenas prácticas en tecnología social 2022 en la categoría de «Práctica más Innovadora»

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