Ismael Peña-López nos invita a mirar más allá de la tecnología como herramienta, para entenderla como un marco que transforma profundamente nuestra identidad personal, profesional y organizacional. En un contexto donde lo digital define tanto nuestras relaciones como nuestras decisiones, reflexionar sobre esta mediación es imprescindible. La transformación digital ya no es una cuestión externa o técnica; es una evolución que afecta directamente a quiénes somos, cómo operamos como entidades sociales y cómo impactamos en la sociedad.
Es una maravilla poder contar con perfiles como el que tenemos este mes como partner invitado. Y es una gran maravilla que, además, su palabras sean tan inspiradoras y guarden tantas posibilidades. Hay tantos temas de los que podríamos hablar en torno a nuestro partner invitado, que ha sido difícil decidirse por un tema para centrar el post de este mes. Tenemos el placer de contar con Ismael Peña-López, especialista en diseño institucional y desarrollo del talento en la administración. Os dejamos su linkedin haciendo clic aquí.
Ismael nos anima a reflexionar sobre cómo nuestra identidad como profesionales del tercer sector que, obviamente, va unida a nuestra identidad como persona está mediada, irremediablemente, por la tecnología. Y, claro, la identidad de las entidades sociales y la identidad de las personas para las que hacemos nuestros proyectos sociales, pues también. Para Ismael, la digitalización nos atañe ya de la misma manera y en la misma forma en la que lo hacen las leyes (hablando de justicia) Es decir, las leyes son y están y nos definen y acompañan en nuestra vida. Lo digital ya actúa de la misma manera.
Pero antes de entrar en materia, escuchemos a Ismael 🙂
Lo digital en las entidades sociales, cómo estámos
No vamos a extendernos mucho en esta parte inicial, pues estamos ya un poco cansados/as de los típicos post que nos cuentan que las ONG vamos mal 😅 en esto de digitalizarnos. No obstante, un poquito de contexto, siempre es necesario.
Hemos buscado datos recientes pero los datos más interesantes son de 2021 – 2022. Cierto es que después de toda la hornada de proyectos financiados por los fondos Next Generation sería interesante volver a realizar un estudio para comprobar cómo ha mejorado, cambiado, o impactado estos fondos en el Tercer Sector español de forma global.
Por ahora, los datos encontrados nos indican que:
Según el informe de m4Social (2022), muchas entidades están en las etapas iniciales de su transformación digital. Aunque el 63% cuenta con una página web y perfiles en redes sociales (Fundación Botín e ISDI, 2021), la mayoría sigue utilizando herramientas básicas, como Excel, para la gestión de datos.
Solo una quinta parte de las organizaciones tiene una estrategia digital definida (TechSoup, 2021). La falta de planificación integral limita la capacidad de aprovechar al máximo las herramientas tecnológicas.
Los estudios coinciden en que las principales barreras son el coste de las tecnologías, la falta de formación del personal y la resistencia al cambio cultural dentro de las organizaciones.
Existe una brecha significativa en la capacidad de gestionar y analizar datos de forma eficiente. La interoperabilidad entre entidades y administraciones públicas también es limitada (m4Social, 2022).
Muchas organizaciones carecen de protocolos robustos para protegerse contra ciberataques, poniendo en riesgo la información sensible de las personas usuarias.
Hemos querido ver también datos globales sobre el progreso de la digitalización en España, sin ser necesariamente del tercer sector, pues éste, ofrece un marco que impacta directamente al Tercer Sector
España ocupa un lugar destacado en Europa en términos de conectividad y servicios públicos digitales (Informe Década Digital 2024). Esto crea un entorno favorable para que las entidades sociales adopten herramientas tecnológicas.
A pesar del progreso, sigue habiendo diferencias marcadas entre las grandes ciudades y áreas rurales, lo que afecta a la capacidad de digitalización de muchas organizaciones locales.
El sector digital en España ha crecido un 5,2% (AMETIC, 2024), representando el 24,2% del PIB. Este crecimiento ofrece nuevas oportunidades para las entidades sociales, desde colaboraciones con empresas tecnológicas hasta la posibilidad de atraer financiación para proyectos innovadores.
Además, a estos datos, les sumamos a nivel «personal» los estudios que indican que la gran mayoría de hogares poseen al menos un ordenador, tienen conexión a internet…etc. Es cierto, que la «gran mayoría» no son todos los hogares, por supuesto, y que la tecnología también debería llegar a esas personas. Sin embargo, en el marco de nuestro post, no trataremos este tema pero estábamos obligadas a hacer este inciso. 😉
Y en este entorno…¿qué pasa con nosotros/as?
Pues, como dice Ismael, en este entorno, nos toca reflexionar. Como entidad y como profesionales. Esto es, nuestra identidad como organización y nuestra identidad como profesional. Esta identidad está mediada por las tecnologías. Las relaciones humanas han migrado en gran medida a plataformas tecnológicas. Desde redes sociales hasta aplicaciones de mensajería, interactuamos a través de filtros digitales que no solo alteran cómo nos presentamos, cómo nos percibimos, sino también cómo percibimos a los demás.
La tecnología ha descentralizado el conocimiento y ha democratizado el acceso a la información, permitiendo que cualquiera con acceso a Internet pueda aprender y participar en debates globales. Sin embargo, esto también significa que nuestras opiniones y aprendizajes están cada vez más influenciados por algoritmos que seleccionan lo que vemos y escuchamos.
Dependemos de dispositivos para recordar, calcular y decidir, lo que expande nuestras capacidades, pero también difumina la línea entre nuestra mente y nuestras herramientas. Nuestras relaciones más cercanas a menudo se mantienen a través de mensajes, videollamadas o plataformas sociales, lo que redefine qué significa «estar cerca».
Todos estos ejemplos atañen tanto a organizaciones como entidad en sí misma y a nosotros/as. Ojo, pero también, claro, a los/as participantes de nuestros proyectos. Por tanto, la transformación digital no es algo «externo». Aunque tengamos esa sensación de que es algo que tiene que hacer mi entidad, que a mi no me toca, que yo soy más analógico/a o que ya hemos comprado ordenadores y con eso basta, estaremos cometiendo un craso error. Como hemos visto, la transformación digital también es algo que estamos viviendo a nivel interno, a nivel identitario.
Y en este entorno…¿Qué hacemos?
La pregunta clave es cómo queremos abordar esta transformación digital (tanto a nivel personal como de organización) Pues es necesario, por un lado, ser conscientes de este hecho. Es decir, asumir la época que nos toca vivir ya que es la época en la que deben vivir las personas a las que acompañamos en nuestros proyecto. Lo que implica que si queremos ser buenos/as profesionales de «lo social» debemos saber y conocer y aceptar la sociedad en la que nos movemos.
Y por otro lado, para Ismael, una de las cuestiones necesarias tras esta reflexión sobre nuestra identidad transformada es la de contar con una estrategia digital que entre, otras cosas, aborde la creación de equipos multidisciplinares diferentes a los que tradicionalmente se han configurado en las entidades sociales.
Para crear estos equipos, es casi obligatorio que quiénes vienen de los sectores más humanistas: trabajadores/as sociales, educadores/as sociales, etc. sientan la necesidad de incorporar la tecnología para reaprender su propia disciplina. Así mismo, los/as ingenieros/as, desarrolladores/as, etc, deben conocer que su tecnología tiene un impacto social.
En palabras de Ismael: «Todo es conocimiento, todo lo que hagamos estará mediado por la tecnología, por tanto, vamos a tener que armar equipos multidisciplinares: ingenieros/as que comprendan este impacto y trabajadores/as sociales que comprendan el impacto de la tecnología en su propio trabajo. Los equipos serán cada vez más complejos porque los fenómenos e iniciativas que abordamos son cada vez más complejos«
Por tanto, tendremos que tener analistas de datos, tecnólogos/as, informáticos/as, diseñadores/as, psicólogos/as, educadores/as sociales, etc. que aborden los grandes retos digitales que se avecinan con miradas complementarias.
Fuentes
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Informe de m4Social (2022): https://m4social.org/es/projecte/estudio-digitalizacion-tercer-sector/
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II Barómetro sobre la Digitalización del Tercer Sector (Fundación Botín e ISDI, 2021): https://fundacionbotin.org/wp-content/uploads/2021/12/BAROMETRO-DEL-TERCER-SECTOR-2021.pdf
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Informe de TechSoup (2021): https://www.techsoup.es/estudio-TechSoup-digitalizacion
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Informe de la Plataforma de ONG de Acción Social (2023): https://www.plataformaong.org/noticias/3879/en-el-marco-de-su-plan-de-transformacion-digital-la-plataforma-de-ong-publica-un-informe-sobre-digitalizacion-e-innovacion-en-el-tercer-sector-de-accion-social
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Libro Blanco de la Transformación Digital del Tercer Sector (Fundación Telefónica, 2022): https://www.fundaciontelefonica.com/noticias/presentamos-el-libro-blanco-de-la-transformacion-digital-del-tercer-sector/
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Informe sobre la Década Digital 2024 (Comisión Europea): https://digital-strategy.ec.europa.eu/es/factpages/spain-2024-digital-decade-country-report
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Barómetro de la Economía Digital 2024 de AMETIC: https://www.laecuaciondigital.com/actualidad/analisis-del-barometro-de-la-economia-digital-2024-de-ametic-crecimiento-desafios-y-el-futuro-del-sector-digital-en-espana
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Informe Sociedad Digital en España 2023 (Fundación Telefónica): https://www.fundaciontelefonica.com/cultura-digital/sociedad-de-la-informacion/2023/
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Perspectivas España 2023: Transformación digital (KPMG): https://kpmg.com/es/es/informes-publicaciones/2023/07/perspectivas-espana-2023-transformacion-digital.html
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