¿Quién no conoce o ha oído el término «Deep Fake», esas noticias falsas a la que le sumamos la inteligencia artificial tan en auge que nos impiden saber si lo que vemos o nos cuentan es real o ficticio? Acompáñanos a analizar qué son y cuáles son su pros y contras en el marketing social
¿Pero qué son las Deep Fakes?
Las deep fakes son representaciones multimedia (videos, audios o imágenes) creadas mediante el uso de inteligencia artificial (IA). Estos recursos alteran la realidad de manera tan precisa que pueden engañar al ojo humano y al oído, haciéndonos creer que estamos presenciando a una persona real diciendo o haciendo algo que en realidad nunca ocurrió.
La palabra «deep» proviene de las redes neuronales profundas (deep learning), que son una rama de la IA utilizada para crear estas falsificaciones. «Fakes», por su parte, significa falsificaciones en inglés.
Por si acaso, recordamos: deep fake no es lo mismo que fake new
La diferencia entre «deepfake» y «fake news» radica en los aspectos que abarcan y cómo se utilizan.
Deepfake:
Deepfake es una técnica de inteligencia artificial que se utiliza para crear contenido multimedia falso y realista, generalmente videos, imágenes o audios. Esta técnica permite manipular y alterar el contenido original de manera convincente, reemplazando los rostros de las personas en videos existentes con rostros generados por computadora o cambiando el audio para hacer que alguien parezca estar diciendo algo que en realidad no dijo.
Los deepfakes se crean mediante algoritmos de aprendizaje automático que analizan y replican los patrones faciales y vocales de una persona.
El objetivo principal de los deepfakes es engañar y confundir a las personas al presentar información falsa o engañosa, y suelen generar preocupaciones en términos de privacidad, seguridad y confianza en los medios de comunicación y la información.
Fake news:
Las «fake news» (noticias falsas) se refieren a la difusión deliberada de información falsa o engañosa con la intención de engañar a las personas y manipular la opinión pública. Las noticias falsas pueden ser escritas, visuales o audiovisuales y se propagan a través de plataformas de medios de comunicación tradicionales o plataformas digitales, como redes sociales y sitios web. Estas noticias suelen presentar información distorsionada, inventada o tergiversada con el objetivo de generar sensacionalismo, desinformar o influir en las opiniones de las personas.
Las fake news pueden ser creadas por individuos malintencionados, grupos o incluso organizaciones con diversos intereses, y pueden tener consecuencias perjudiciales, como socavar la confianza en los medios de comunicación y la información verificada, polarizar la sociedad o influir en los procesos políticos.
En resumen, mientras que los deepfakes se enfocan en la manipulación de contenido multimedia para crear falsificaciones convincentes, las fake news se centran en la difusión de información falsa o engañosa con la intención de engañar a las personas. Ambos fenómenos plantean desafíos en términos de confianza, ética y manejo de información en la era digital.
Ejemplos Relevantes de Deep Fakes
Barak Obama y Donal Trump
Para ilustrar el poder y el realismo de las deep fakes, vamos a ver algunos ejemplos de deep fakes sonadas. En 2018, el director Jordan Peele y BuzzFeed News crearon un video en el que se veía al ex-presidente Barack Obama insultando a Donald Trump. Aunque estaba claro que el video era una falsificación, el realismo del mismo despertó preocupación sobre las posibles implicaciones de las deep fakes en la política y la desinformación.
Su voz es la de Jordan Peele, y el vídeo es una creación de FakeApp, con la ayuda de Adobe After Effects. Este software usa aprendizaje automático para escanear las caras de las personas en un vídeo, y suplantarlas. FakeAPP es capaz de cambiarle la cara a una persona, poniendo a la de nuestro actor o actriz favorito, por ejemplo. También es capaz de hacer que una persona diga cosas que nunca ha dicho. Y no es el único desarrollo similar. Baidu ha creado una IA capaz de clonar nuestra voz, por lo que pronto ya no haría falta ni un imitador. Y la propia Adobe estaría desarrollando un “photoshop del sonido”.
TikTok y Tom Cruise
Otro ejemplo ocurrió en 2020, cuando un usuario de TikTok publicó una serie de videos en los que parecía que Tom Cruise estaba realizando trucos de magia y contando chistes. Aunque la intención era puramente entretenida, el realismo de los videos alarmó a muchos espectadores.
@deeptomcruise I love magic!
Deep Fakes en el Marketing Social: Un Doble Filo
El marketing social tiene como objetivo lograr cambios de comportamiento que mejoren el bienestar de las personas y de la sociedad en general. En este sentido, las deep fakes pueden ser una herramienta de doble filo.
Por un lado, las deep fakes pueden ser útiles para campañas de concientización y educación. Imagina, por ejemplo, una campaña contra el tabaquismo que muestre a un personaje famoso mostrando los problemas de salud que el tabaco le ha causado. Obviamente sería un campaña acordada con la persona famosa, pero nos daría la capacidad de mostrar una piel o unos dientes muy estropeados y que parezcan reales. Una campaña de este tipo podría tener un impacto significativo.
Sin embargo, el potencial de abuso de las deep fakes es evidente. Pueden ser utilizadas para difamar a individuos, manipular la opinión pública o propagar desinformación, como hemos visto en los ejemplos mencionados anteriormente.
La Alfabetización Mediática: Nuestro Mejor Escudo
Frente a este panorama, la alfabetización mediática y crítica se vuelve crucial. Es importante que todos seamos capaces de evaluar y analizar la información que consumimos. Las deep fakes, por muy realistas que sean, suelen presentar ciertos indicios de su falsedad, como iluminación inconsistente, movimientos faciales extraños, o sonidos inusuales.
Además, siempre debemos considerar la fuente de la información. Si proviene de un sitio o un individuo no verificado, podría ser más probable que sea una falsificación.
Para llegar a este punto es crucial las campañas de información y la alfabetización más allá de las competencias digitales como ya hablamos en nuestro post: https://clubdigital.larueca.org/alfabetizacion-mediatica-participacion-democratica/
Conclusión
Las deep fakes representan un desafío y una oportunidad para el marketing social. Como profesionales del tercer sector, debemos ser conscientes de estas tecnologías, entender cómo funcionan y promover una alfabetización mediática crítica.
El poder de las deep fakes en el marketing social es innegable, ya sea para bien o para mal. En La Rueca Asociación, promovemos el uso ético y responsable de estas herramientas, siempre con el objetivo de mejorar la sociedad en la que vivimos.
Si te interesa la Tecnología Social, este es tu sitio. 🙂
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