Innovación Social by Lorena Silvestri

La innovación social no es un invento reciente ni algo que se haga solo con apps. Es una forma de imaginar y construir soluciones nuevas a problemas de siempre, desde dentro de las comunidades. En este post hablamos de su historia, de su evolución en España y, sobre todo, de un proyecto que nos inspira: Programa Challenge, de la mano de Lorena Silvestri y el equipo de .jes, estudio y escuela changemaker. Una propuesta educativa que empodera a jóvenes para transformar su entorno, y que nos recuerda que lo social y lo digital no están reñidos, siempre que haya propósito, escucha y comunidad.

Hablar de innovación social es hablar de personas. De ideas que nacen desde abajo, desde los márgenes, desde las heridas. No es un concepto nuevo, aunque nos encante ponerle nombres anglosajones. Es algo que en muchas comunidades lleva haciéndose desde siempre: inventar nuevas formas de cuidar, educar, organizarse o resistir cuando el sistema no llega o no basta. Y en ese paisaje de propuestas con alma, hay proyectos que destacan no por lo que hacen, sino por cómo lo hacen. Uno de ellos es .jes, estudio y escuela changemaker, un espacio de creación, aprendizaje y acompañamiento impulsado por Lorena Silvestri, diseñadora de experiencias y apasionada del desarrollo juvenil. Su proyecto “Programa Challenge” es un ejemplo claro de cómo la educación puede ser mucho más que transmisión de contenidos. Puede ser una herramienta para transformar vidas y barrios.

Y es que Lorena Silvestri, confundadora y socia de .JES, es la partner invitada del mes de Mayo del Club Digital. Os dejamos, como siempre, su Linkedin: https://www.linkedin.com/in/lorena-silvestri/

El enfoque de Lorena nace del diseño, la comunicación y, sobre todo, de la convicción de que las personas jóvenes no son el futuro, sino el presente. Desde .jes han creado una metodología propia, el Proceso Changemaker, que acompaña a jóvenes en siete etapas, desde el momento en que detectan un reto en su entorno hasta que presentan una solución real, desarrollada colectivamente, en una feria final. No se trata solo de “hacer proyectos”. Se trata de despertar preguntas, fortalecer vínculos y trabajar desde la empatía, el pensamiento crítico y la acción.

Os dejamos con ella que es quién mejor nos lo va a explicar 😉

Uno de los aspectos más interesantes del enfoque de .jes es su dimensión profundamente relacional. No se limitan a trabajar con jóvenes. Se teje una red intergeneracional y comunitaria que incluye educadoras, facilitadoras, personas voluntarias del mundo corporativo y agentes sociales del territorio. Todo ello para que la experiencia de aprendizaje no sea una burbuja, sino una práctica con sentido situada en el contexto real. Es innovación social, sí, pero también es escucha, presencia y cuidado.

Un poquito de historia

Este tipo de propuestas tienen una genealogía larga. Aunque el término “innovación social” se consolidó internacionalmente en los años 2000, las prácticas que lo componen tienen raíces profundas. En el siglo XIX, los movimientos cooperativistas —como los Rochdale Pioneers en Reino Unido— establecieron modelos de empresa social centrados en el beneficio colectivo, no en el lucro. Durante el siglo XX, iniciativas como las escuelas populares, las luchas vecinales, los centros sociales autogestionados y los hospitales comunitarios en América Latina, África y Asia fueron ejemplos claros de innovación social sin llamarse así.

Estos movimientos compartían un principio, las soluciones nacen desde dentro de las comunidades, no se imponen desde arriba.

La innovación social en España no empieza ni en Silicon Valley ni en Bruselas. Tiene raíces en las cooperativas obreras del siglo XIX, en las asociaciones de vecinos de los años 70, en las redes feministas de cuidados, en los centros sociales okupados, en las cooperativas de vivienda, en el movimiento 15M o en las plataformas por el derecho a una vida digna. Mucho antes de que habláramos de “emprendimiento social”, miles de personas ya estaban poniendo en práctica nuevas formas de enfrentar viejos problemas.

Innovación Social e Innovación Social Digital

Hoy, sin embargo, el contexto ha cambiado. El lenguaje institucional ha abrazado el término “innovación social” y existen fondos, estrategias y marcos normativos que lo contemplan. ¿Y dónde queda la parte digital en esta innovación? ¿Por qué hablar de un proyecto no tan digital en nuestro blog? Pues porque creemos que es muy intersante que sepamos que innovar no es digitalizar. Innovar no es automatizar. Innovar es crear valor social donde antes había exclusión, precariedad o abandono. Por eso es importante distinguir entre la innovación social y la innovación social digital. Esta última no es más que el cruce entre tecnología y propósito. No toda app solidaria es innovación social digital. Para que lo sea debe estar diseñada con y para la comunidad, con una mirada ética, abierta y transformadora.

En ese cruce es donde pueden ocurrir cosas poderosas. Proyectos como el que nos ha presentado Lorena podrían perfectamente evolucionar hacia herramientas digitales que amplifiquen su impacto, pero sin perder el alma. Porque la tecnología es una aliada si se usa desde el cuidado, desde lo común, desde la participación. En Club Digital creemos profundamente en esa mezcla: lo social con lo tecnológico, lo colectivo con lo digital, lo humano con lo abierto.

El trabajo de Lorena Silvestri y su equipo nos recuerda que los procesos de transformación social más potentes no necesitan grandes presupuestos ni tecnologías sofisticadas. Necesitan tiempo, escucha y confianza en las personas. La innovación, si quiere ser social, debe empezar por ahí. Por volver a poner la vida en el centro.

¿Te interesa saber más sobre el Programa Challenge de .JES? Puedes visitar su web en www.puntojes.org y descubrir cómo están activando comunidades juveniles en todo el territorio. Y si tú también formas parte de una organización que está experimentando nuevas formas de hacer las cosas, escríbenos: comunicacion@larueca.org, queremos contarlo. Porque en Club Digital creemos que otra forma de transformar el mundo es posible. Y ya está pasando.