En un universo en el que nos regimos por Internet y que la comunicación e información la obtenemos exclusivamente por medios digitales es necesario pararse a pensar si lo que vemos, leemos o encontramos en la red es toda la información que existe o es información sesgada que un algoritmo ha decidido que nos pueda interesar. ¿Sabes que esto se llama el filtro burbuja y define cómo google decide que información mostrarte?

Según un artículo de la Digital Guide de Ionos:
Nuestra sociedad ha relegado una parte importante de la vida cotidiana a Internet. Para muchos, la comunicación y la obtención de información tienen lugar casi exclusivamente en la red. El hilo de noticias de Facebook hace las veces de revista de actualidad; Google, de enciclopedia universal, y aplicaciones como Messenger, WhatsApp o Skype sirven para comunicarse con amigos, compañeros de trabajo o la propia familia. Hoy encontramos casi todo lo que buscamos online y esto es algo que también saben las grandes compañías. Google, Facebook, Netflix o Instagram son conscientes de la importancia de su servicio para la sociedad, por ello trabajan constantemente en sus algoritmos para hacerlos cada vez más personalizados y amigables, de tal modo que solo nos muestran la información que creen que es relevante para nosotros.

Obviamente esto no es nada nuevo. Todo el mundo sabe, o al menos ha oído hablar, que la publicidad que se nos muestra está basada en nuestros gustos, en las páginas que visitamos, los «me gustas» que indicamos y las redes sociales en las que interactuamos. Lo que quizá no tengamos tan claro es que esto también pasa con la información que se nos muestra. En consecuencia, los servicios de noticias nos muestran las noticias, la información y las opiniones que se ajustan a nuestro perfil de usuario. Esto, que puede parecer positivo al principio, ya que evita que el hilo de noticias rebose de cosas que no nos interesan, que las publicaciones más populares se llenen de comentarios que nadie lee y que nos veamos inmersos en debates inútiles, puede generar problemas posteriormente de los que solo nos daremos cuenta si nos preguntamos por los mecanismos que utilizan las redes sociales para filtrar la información.

La Burbuja de Filtros

Este término fue acuñado por primera vez por Eli Pariser (Maine, 1980), que, en su libro The filter bubble: what the Internet is hiding from you publicado en 2011, arremete contra la dimensión que estaba adquiriendo la personalización de la información en Internet. Por si quieres echarle un vistazo en amazon: https://www.amazon.es/El-filtro-burbuja-pensamos-Pensamiento/dp/8430618716

Es muy interesante escuchar la charla en Ted de Pariser. Y si no tienes muchas ganas, sólo decirte que empieza nombrando una frase de Marck Zuckerberg que te va a hacer querer escuchar el resto de su conferencia. La frase del creador de Facebook es: «Saber que una ardilla se muere en tu jardín puede ser más relevante en este momento para tus intereses que saber que muere gente en África«

En un momento dado Pariser se da cuenta de que distintos usuarios recibían resultados diferentes en los buscadores para las mismas consultas en función, por ejemplo, de sus convicciones políticas. En su página de Facebook comenzaron a desaparecer los post de amigos que tenían tendencias políticas que Facebook consideraba más alejadas de los gustos de Pariser, sin haberle preguntado a él primero (obviamente) si quería dejar de tener acceso a esta información.

Pariser cuenta cómo realizó un experimento con sus amigos para comprobar si Google también mostraba información diferente a cada persona. Pidió a todos ellos que «googlearan» la palabra «Egipto» para comprobar que los resultados eran completamente diferentes. A uno de ellos le aparecían mayoritariamente páginas sobre vacaciones y destinos turísticos de Egipto y al otro noticias sobre crisis políticas y enfrentamientos en el país.

Así podemos hablar de que estamos metidos/as en una burbuja creada por los diferentes filtros que tienen las aplicaciones, herramientas y algoritmos con los que interactuamos digitalmente en la red y lo que haya en esa burbuja depende quiénes seamos, qué nos guste o qué hagamos en estas aplicaciones. Lo realmente importante es que no decidimos lo que entra en nuestra burbuja, y más importante aún, no sabemos lo que se elimina y que no llegamos a ver.

En este punto, Parisier afirma que sin un flujo balanceado de información (incómoda, estimulante, segura…) de todo tipo podemos acabar consumiendo «información basura». Por tanto se necesita que los algoritmos incluyan un sentido de la vida pública, un sentido de responsabilidad cívica. Que sepamos que son lo suficientemente transparentes como para saber cómo son las reglas que rigen lo que pasa a nuestras burbujas. Teniendo, además, algún tipo de control para decidir sobre ellos.

Si te ha interesado este tema, tienes esta charla de Pariser en Fundación Telefónica en su ciclo #TechSociety, 6 años después de haber escrito su libro haciendo una revisión del estado de la cuestión ¿habremos avanzado algo?

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Fuente:https://www.ionos.es/digitalguide/online-marketing/analisis-web/el-filtro-burbuja/

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